El vino que se toma en las misas no es el llamado mistela, como muchos creen, sino uno fortificado, es decir, uno al que se le agrega alcohol en la fermentación. La mistela, en cambio, es una mezcla de mosto y alcohol que no fermenta, por lo que no puede considerarse vino. Y la Iglesia exige que sea un vino genuino.

Esto lo explica Hugo Cabrini, bisnieto de Leandro Cabrini, inmigrante italiano llegado a Argentina en 1896 y fundador de la bodega Cabrini hace 102 años. Allí, en Mendoza, se elaboró y se sigue elaborando un vino tinto licoroso que fue aprobado por el Arzobispado para las celebraciones católicas y que fue probado por varios papas y personalidades de la religión cristiana que luego fueron santificados.

El hijo de Leandro, Guillermo, se consagró como sacerdote en Argentina y tuvo la idea de que la bodega comience a elaborar ese tipo de vino. Actualmente, la bodega, dirigida por el bisnieto Hugo, produce 70 mil litros al año de esta variedad, que se hace combinando Malbec, Sangiovese, Lambrusco y Bonarda. Esa cantidad representa el 20% del total de su mercado, pero es el producto insignia.

Desde hace 81 años, los Cabrini cuentan con el aval del Arzobispado de Mendoza (que periódicamente les extiende certificados autorizados). En la bodega hay una carta con fecha de diciembre de 1950 firmada por el Papa Pío XII, quien agradece al creador de la marca Leandro Cabrini el envío de un vino. Ese texto también está firmado por Giovanni Battista Montini, quien 13 años más tarde se convertiría en el Papa Pablo VI.

Una visita de lujo que tuvo la bodega en 1936 fue la de Luigi Orione, más conocido con Don Orione, quien probó el vino en su estadía en nuestro país entre 1934 y 1937. Orione fue declarado santo en 2004 por Juan Pablo II.

Justamente Juan Pablo II también forma parte de la historia de Cabrini, ya que usó el vino de la bodega en la misa de cierre de la Jornada Mundial de la Juventud en el Jubileo del año 2000.

El vino, por supuesto, no es de uso exclusivo para misas: su dulzura también lo hace muy apto para postres.

Con información y foto de Clarín