Por Augusto Saracco
Ese pequeño deleite, que nada tiene de asesino, en base a chocolate que de una sola vez ingresa en la boca y genera mucho placer: bombón.
Temporada de bombones en Rosario, bombones de estación, clásicos, de autor, con figuras, diseño y rellenos.
Hoy en nuestra ciudad hay muchas y exquisitas opciones para disfrutar, regalar y regalarse. Estos son algunos de los que he probado y que, en todos los casos, valen la pena.
Ricardo Kaminsky, el alquimista de los chocolates
Ricardo arrancó con esta pasión de hacer bombones después de mucho aprender y viajar y seguramente la alquimia para trabajar los sabores viene de su profesión como bioquímico. Se destacan sus colores, diseños y rellenos con exquisitas ganaches. Abrir una caja de bombones de Ricardo es un viaje de ida y sin escalas, se terminan de manera fugaz. Tienen ediciones especiales según las fechas y un catálogo de sus ya clásicos como los de haba tonka, caramelo salado o lima y jengibre (que son mis tres preferidos), entre tantas exquisiteces. Un detalle, no menor, es la excelente materia prima que Ricardo usa en sus elaboraciones. En Instagram: @ricardokaminsky
Theobroma Caco, un clásico del centro
El slogan de Theobroma es “El alimento de los dioses”. Y claro que sí, ¿quién no se siente así comiendo un rico chocolate
En esta casa de chocolates, los bombones recrean los sabores más clásicos como dulce de leche, maní u otros frutos secos. También utilizan formas y diseños más tradicionales al estilo de los 80’ y 90’. Los bombones en general son ricos y se dejan comer y compartir. Ideales para los domingos a mediodía con el café o el “amaro digestivo”. Han empezado a incursionar con algunos diseños y colores más jugados, siguiendo las tendencias. De momento, el local de calle España atiende sólo a puertas cerradas. En Instagram: @theobromacacaook
Franco Regolino, joven e innovador
Franco es el chef pastelero de Savoy Grand Café, lugar en el que se destacan sus mini postres. Durante estos meses de semi encierro, desarrolló sus dotes de buen manejo del chocolate y lanzó una línea de bombones con su nombre propio. Jugados diseños y rellenos novedosos son parte de sus creaciones, donde se destacan unas calaveras de chocolate con leche y lima, las cápsulas tipo “Nespresso” de chocolate amargo y café o las medialunas azules de chocolate vainilla y ron. Franco además incorporó una línea de tabletas con intensos colores y otra de frutos secos grageados, y se destaca por la materia prima. Seguramente en su cabeza creativa habrá lanzamientos a futuro, todo un hallazgo en un joven emprendedor. En Instagram: @francorego
Chocolates Agostino, con el sabor de Bariloche
Escondido en un pequeño local de Barrio Martin están Agostino y sus chocolates. Sus bombones son de diseños clásicos, más contemporáneos y con muy ricos rellenos, entre los que se pueden encontrar de maracuyá, una pirámide con limón dulce, otro de sauco, el clásico dulce de leche con chocolate amargo y también hay de base alcohólica, como el de Bailey´s o el de champagne. También, en el pequeño local, hay chocolate en rama, tabletas al estilo Bariloche, alfajores de frambuesa y la posibilidad de una fondue de chocolate. Además, seguramente cuando vayas lo vas a encontrar a Agostino trabajando el chocolate, y vale la pena. Muy buena materia prima y los precios son sorprendentes por la calidad. En Instagram: @chocolates_agostino