La miel es uno de esos alimentos que forman parte de nuestras vidas casi sin darnos cuenta. Si bien hay muchísimos amantes de este producto que lo consumen diariamente, la mayoría lo suma a sus desayunos o meriendas e incluso a sus platos de vez en cuando, pero lo cierto es que siempre está ahí.

Su capacidad de ser duradera la hace una infaltable en nuestras heladeras. Y ahora que arranca el invierno, llega su mejor época del año (¡qué rico un té con mucha miel!).

Dentro de los muchos productores de miel que hay en el país, estas son algunas de las marcas más recomendadas:

La Colmena de Cristal

En el certamen “Experiencias del Sabor” que se hizo en la 15° feria Caminos y Sabores, fue elegida como favorita del público. Se hace en Mar del Plata desde hace 40 años a través de una empresa familiar que además hace polen, jalea real, miel en panal, licores y caramelos de propóleo.

Miel Santos

Otro caso de la provincia de Buenos Aires, esta vez en General Belgrano. La cosa arrancó hace dos años con Lorena y Gustavo Vallejos, quienes simplemente quisieron vender miel tradicional, pero encontraron un mercado bastante saturado. Entonces buscaron la veta: empezaron a crear fusiones con frutos secos, frutas deshidratadas y jamón crudo mezclados con especias, raíces y hierbas. Toda esa combinación se vende en sobres que requieren un período de maceración de entre 30 y 40 días.

Mi Miel

Con miel de apiarios propios y de productores de la zona, en Paraná (Entre Ríos) hay un emprendimiento que apunta a sumarle un valor adicional a la miel tradicional. Así, empezaron a producir productos libres de gluten que actualmente ofrecen en envases de 1 kilo, 500 gramos, 250 gramos y blíster para cafetería.

Además de la miel sin gluten, también hay galletitas de miel.

Miel Monte Austral

Cuidando la calidad del producto desde el inicio de la cadena productiva hasta el final, Patricia Coronado y Oscar Ford llevan adelante este emprendimiento en Catriel (Río Negro) a partir de miel extraída de zonas especialmente elegidas por sus floraciones, clima y lejanía de cultivos intensivos. Así, logran obtener mieles diferenciadas según procedencia floral. A saber: Miel de monte (flores de jarilla, piquillín, abrepuño, alpataco, chilca, nabo, chañar, tamarisco; tiene un sabor intenso y es muy aromática), Miel de zona bajo riego (flores de alfalfa, trébol, mostacillas, cardos, melilotus, lotus; tiene un sabor más suave) y Miel de montaña (diente de León, yaque, chacay, lotus, flor azul, abrepuño; tiene sabor suave de cristalización lenta y su origen está en el alfilerillo).