HIMITSU KICHI, UNA EXPERIENCIA JAPONESA EN EL CORAZÓN DE PALERMO
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Leer másLa focaccia es un producto horneado elaborado con una masa simple de harina, aceite de oliva y agua. En Italia, la focaccia se usa como una exquisita alternativa al pan y se puede comer a cualquier hora, con las combinaciones más simples o extravagantes. Excelente para servir a la hora del aperitivo, la focaccia tradicional italiana es blanda y ligeramente crocante en la superficie externa. El secreto de este equilibrio perfecto de consistencias es el aceite de oliva extra virgen, una masa blanda y flexible y, por supuesto, la pasión por la buena comida.
Esta es la historia de la focaccia, una especialidad ganadora en todo el mundo por su suavidad.
Como muchas otras recetas tradicionales italianas, los orígenes de la focaccia son desconocidos. Algunos sostienen que, al principio, la focaccia se elaboraba en las zonas costeras cuyo aire salobre impedía que el pan leudara correctamente. Por lo tanto, para solucionar este problema, las amas de casa inventaron la receta de la focaccia, que se puso de moda rápidamente y ahora corona nuestras mesas.
Sin embargo, otros creen que surgió alrededor del siglo II a.C. como comida humilde que logró ofrecer una inyección de energía a los marineros y pescadores, que estaban obligados a hacer trabajos pesados, a menudo durante la noche. La focaccia es deliciosa, nutritiva y fácil de almacenar, incluso por semanas; era una comida perfecta para quienes realizaban trabajos manuales pesados.
Hoy, cada región en Italia conserva celosamente su receta de focaccia tradicional, que puede ser dulce o salada, rellena con embutidos y queso o cubierta con tomates cherry y orégano. Pero lo seguro es que, cualquiera sea la variación, el ingrediente principal de la focaccia es lo que los italianos denominan "oro líquido": aceite de oliva extra virgen.
Esta receta es provista por la prestigiosa web de las aguas San Pellegrino:
Primero, disolver la levadura en agua y azúcar. Espolvorear con la harina tamizada y comenzar a amasar. Al principio, la masa será un poco pegajosa y húmeda, pero a medida que se trabaja con paciencia, se suavizará y quedará uniforme. Sin embargo, se debe tener en cuenta que la masa de la focaccia es más blanda que la de la pizza.
Aceitar las manos y distribuir la masa en una placa para horno aceitada. Dejar leudar la focaccia por aproximadamente 1 hora en un lugar cálido y seco (el horno apagado está bien). Luego, precalentar el horno a 250°C. Aceitar una vez más las manos y, con la punta de los dedos, hacer pequeños agujeros (sin perforar la masa) en toda la superficie de la focaccia. Condimentar con sal gruesa y romero/orégano, hornear por 10 minutos y luego cepillar la superficie de la focaccia con una emulsión de agua y aceite de oliva extra virgen preparada previamente. Volver al hornear por otros 10 minutos.
Ingredientes:
400 g de harina tipo 00
30 g de levadura de cerveza
250 ml de agua a temperatura ambiente
1 cucharadita de azúcar
1 cucharadita de sal
1 cucharada de aceite de olive extra virgen
Para condimentar la focaccia:
30 ml de aceite de oliva extra virgen
50 ml de agua
Sal gruesa
Romero u orégano (fresco)
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