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Por Fabián Couto.

DOÑA PAULA ROSÉ 2020

Un buen rosado, frágil, tenue y cautivante, irreal como los personajes novelescos. Un hermoso rosado podría decirse, un vino literario.

El vino rosado históricamente siempre fue el vino de los reyes, suelen ser vinos gloriosos y Doña Paula, con este rosado, parece reafirmarlo.

El rosado, además, es bueno decirlo, ha experimentado un buen crecimiento continuo en los últimos años en todo el mundo, sosteniendo Francia su liderazgo en elaboración.

Este Rosé podría pasar por cualquier vino de Anjou, al Oeste de Francia, que tuve la dicha de probar y no he podido olvidar, aunque encuentro en él cierto sello argentino que no sabría bien definir pero que está bueno destacar.

Cuando vuelva el calor y ojalá también junto a él la libertad, seguramente resultará ideal para la sensualidad de los parques y esos picnics donde el disfrute culinario magnifica el goce. ($398).

FINCA EL REPARO RESERVA MALBEC 2018

Francisco Pannocchia Esteller pertenece a la cuarta generación de una familia dedicada al vino, continuando así el legado de su abuelo, inmigrante y tonelero.

Él gusta de la innovación y la tecnología y cultiva el máximo respeto a sus ancestros y la pasión legendaria por hacer buenos vinos, fáciles de beber.

Me gustó este Malbec, sus taninos son benévolos, busca agradar y lo consigue, levemente frutado y cierto lindo aroma que remeda sutilmente un bosque. ($590).

CASARENA SINGLE VINEYARD BRUT NATURE ROSÉ

Para empezar, he de aclarar que soy de los que gustan pensar que un buen espumante francés originalmente siempre fue Rosé de Pinot Noir y, particularmente a mí, me gustan los Brut Nature.

Casarena viene haciendo bien las cosas hace ya tiempo y con este Brut Nature lo reafirma. Delicado, linda burbuja, notas frutales son descriptivos algo remanidos, pero lo que es cierto es que en esta maldita pandemia, un espumoso como este obra maravillas, aligerando el ánimo y exaltando el genio.

Balzac, dicen, podía pasarse el día entero tomando champán y comiendo roquefort. Con el roquefort de Ile de France y este espumante Brut Nature Rosé, yo también lo haría.

BODEGA ESMERALDA BODEGA ESMERALDA MALBEC 2018

Descorchar un vino de Bodega Esmeralda siempre representa una oportunidad de disfrutar de un regio vino. Cualquiera que entienda sabrá que una aseveración de lo que digo es descorchar y apreciar cualquier magnífico e icónico Saint Felicien.

El Esmeralda Malbec, resulta ser un tinto con estilo, afrutado y con un buen balance y aplicación de la madera, en tándem sinérgico con su buen carácter frutal.

Su color expresa salud y honra la tipicidad de nuestro cepaje emblemático. En Francia sería un vino, como los franceses gustan decir, al “gusto clásico”.

Una vez abierto y al tiempo de respirar en la copa y olisquearlo, libera aromas que encienden el ánimo. (Aprox. $1200).

Bonus: Un Gin hecho en Mendoza

HILBING LONDON DRY GIN

“El Gin Tonic se agita a mi alrededor sin cesar, flota a mi lado cual el aire intangible”. Esta frase pertenece al inmortal escritor Charles Baudelaire, quien le dedicó varias líneas en su libro “Las Flores del Mal” y quien en mi adolescencia llamó mi atención hacia tan magnífico destilado.

Si bien hoy hay cierta moda, el Gin siempre fue una bebida presente a lo largo de la historia.

La productora radicada en Mendoza Hilbing Franke Destillery acaba de lanzar en pandemia su primer “London Dry” Gin. Seco, cristalino, con un distinguido perfume, es un destilado de corazón y aquí juego con la palabra corazón, ya que quienes algo conozcan de destilados, sabrán que lo principal es la cola y la cabeza del alcohol y lo mejor es lo llamado “el corazón”.

Un gran Gin este Hilbing, que me hace pensar, mientras lo paladeo, en una frase de un gran bebedor, Sir Winston Churchill, quien como amante del alcohol tiene memorables citas, como esta que aquí les dejo y con esto me despido…

“El Gin Tonic ha salvado más vidas y mentes de hombres, que todos los doctores del Imperio”.

¡Salud! Hoy, más que nunca.