Cuando hablamos de vinos dulces en general pensamos en aquellos blancos que suelen recomendarnos para los postres. Pero la realidad es que en nuestro país hay tres variedades diferentes, siendo una de ellas, sin duda, la más desconocida.

La más “popular” es la variedad de vinos dulces. Hay muchísimas opciones dentro de este grupo que se genera a partir de uvas que alcanzan buenos niveles de azúcar. En el proceso de fermentación, se aplica frío y se filtran las levaduras, lo cual permite conservar el dulzor. Ejemplos destacados de esta variedad son el Santa Julia Dulce Natural Chenin, el Trivento Bastiana y el López Dulce Natural.

Otra categoría de dulces son los vinos tardíos, los cuales se elaboran con uvas sobremaduras: una vez que la vid llega a lo que llamaríamos su punto justo, en lugar de cosecharla se la deja colgada en la planta hasta que se sequen y deshidraten el tronco y el esqueleto del racimo para que se concentre el azúcar. Para los tardíos se usan uvas ácidas. Algunos destacados del grupo son el Terrazas de Los Andes Single Vineyard Petit Manseng, el Susana Balbo Late Harvest Torrontés y el Saurus Tardío Pinot Noir.

Finalmente, llegamos a los botrytizados, los de menor cantidad de ejemplares y mayor desconocimiento. El primer dato curioso es que los racimos están “embolsados” con bolsitas de plástico durante su crecimiento. Esto es así porque la Botrytis cinérea, el hongo que transforma a las uvas, no puede desarrollarse en climas desérticos porque necesita humedad. La razón para el uso de las bolsitas es que se genere un rocío artificial que humedezca al racimo. Las uvas de esta variedad, que deberían ser blancas, pasan a tener un color grisáceo como resultado de este tipo de crianza. Algunos ejemplos, dentro de las pocas opciones que hay, de esta variedad son el Bianchi L’Elisir D’Amore, el Salentein Late Harvest Sauvignon Blanc y el Rutini Vin Doux Naturel.

Ahora que tenemos una idea un poco más amplia de cómo un vino llega a ser dulce, resta saber cuál es el mejor momento para beberlo: si bien suele decirse que los platos dulces son su mejor maridaje (como dijimos al comienzo), aseguran que, especialmente los botrytizados, van mejor con platos salados.

Con información y fotos de Vinómanos