Uno pensaría que para correr una maratón de 42 kilómetros hay que estar en excelente forma física. Bueno, ese podría no ser el caso siempre. De hecho, hay una excepción en la que el único requisito para participar es… tener hambre.
Estamos hablando de la Maratón del Médoc francesa, una carrera más que especial que atraviesa viñedos y castillos durante el verano europeo. En medio del trayecto hay 23 estaciones que ofrecen vino, queso, ostras y foie gras en cada descanso. Todo esto, claro, en medio de un ambiente de fiesta constante.
Cada año la carrera tiene una temática diferente de la cual los corredores deben formar parte. Así, es habitual ver a participantes vestidos con tutús y trajes de pitufos en temporadas dedicadas a “Parques de atracciones” o “Cuentos y leyendas”.
La Maratón del Médoc se celebra durante el mes de septiembre y quienes quieran participar -- es decir, correr, comer y beber -- deben inscribirse en el sitio web oficial.
Con información de La Nación.