Tal es el éxito de los populares food-truck por todo el mundo, que una diseñadora francesa decidió dar un paso más hacia la especificidad del producto.

Véronique Gillardeau, tras conocer el furor de los food-trucks Marcelle que había creado el Peugeot Design Lab, acudió a los profesionales de la marca de autos para diseñar algo mucho más puntual: un vehículo tipo triciclo (con asistencia eléctrica) con una mesa desplegable para degustar… ¡ostras!

El Gillardeau -- como se nombró a este diseño -- tardó unos tres meses en diseñarse y fabricarse, tiene incorporada una pequeña heladera y ya está en funcionamiento en la isla francesa de Ré. Allí uno puedo alquilar este vehículo para disfrutar de una comida sobre la costa. En sus recintos entra comida y bebida para 12 personas y tiene una autonomía de 160 kilómetros (pensado para poder recorrer toda la isla).

Y para mantener cuidado el medio ambiente, tiene un tacho de basura para tirar las sobras. ¡Chapeau!