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Por Fabián Couto.

Recientemente realicé la que sería mi primera salida en cuareterna light o relajada o como hoy el gobierno de turno mejor quiera llamarla o negarla… La cuestión es que fui a la hora de la merienda a conocer al patio (o vereda, salones por ahora aún no dejan habilitar) de un lugar llamado La Usina Cafetera y fue ahí que degusté un regio sándwich mixto especial que me gusta mucho, más conocido por su nombre francés de “Croque-monsieur”.

Croque- monsieur y algo de su historia

Los franceses, gente propensa a atribuirse la invención de gran parte de lo bueno de la gastronomía, suelen afirmar que este delicioso sándwich fue ideado en un típico café parisino del Bulevar de los Capuchinos, que magistralmente retratara el pintor impresionista, Claude Monet.

Un amigo filósofo, muy afrancesado, me hizo notar que la primera aparición del bendito sándwich en cuestión en una obra literaria fue en “A la sombra de muchachas en flor”, del literato Marcel Proust.

¿Cómo está hecho este original sándwich?

Originalmente, antes de que aparezcan reversiones en la mayoría de los casos innecesarias, el verdadero “Croque” consistía en un sándwich de jamón cocido y unas fetas de buen queso, entre dos rebanadas de pan de molde o lactal y cocinado al horno o vuelta y vuelta en una sartén (hoy día, si es de teflón, mejor).

La típica salsa francesa conocida como “Bechamel” debe elaborarse bien espesa, untarse por arriba de la superficie del sándwich y dorarse al mango.

Los ingredientes fundamentales de esta exquisita y fácil de realizar salsa son: harina, leche, sal y, como les gusta usar para todo a los franceses, mucha manteca. El touch: una buena pizca de una buena nuez moscada (amo la Noce Moscata de San Giorgio) y pimienta blanca fresca.

El secreto para algunos, aunque no siempre, es mojar antes de dorar las rebanadas de pan en huevo batido. Según dicen, esta tradición es a lo que se le llama “croque”. Pero entonces, se preguntarán, ¿por qué Monsieur?

Pues porque los mozos franceses a toda orden de pedido o comanda le agregan el latiguillo final de “monsieur” que, por las dudas aclaro, quiere decir “señor”.

LA USINA DE CAFÉ, SU ESPLÉNDIDO CROQUE MONSIEUR Y MUCHAS OTRAS COSAS RICAS

Si algo aprendí en esta eterna e inútil cuareterna es a ser más resiliente con los que, siendo re silenciosos, día a día pelean por mantener sus puertas abiertas en esta crisis en la que nos han sumergido… en quienes ponen garra y pasión en hacer las cosas bien y brindar un buen producto.

Usina Cafetera, pude comprobar, es uno de esos lugares ejemplares a los que me refiero. Este bar casi tradicional del pujante barrio de Villa Urquiza demostró ser un gran lugar por sus especialidades, como buen café, generosos sándwiches y pastelería de notable elaboración.

El local de Villa Urquiza es el primero y se inauguró en el 2015. Debido a la calidad de sus elaboraciones y atención, se abrieron otros dos locales, en los barrios Recoleta y San Isidro.

Es bueno ver, estando sentado a la mesa de este bar, gente que se alegraba de poder volver a un sitio de su preferencia. Estando ahí, por la tarde, pude escucharlo en varias ocasiones: ya sea en su agradabilísimo patio interno o en su tradicional vereda, los vecinos del barrio no paraban de expresar su beneplácito de poder volver a ocupar una mesa en su lugar preferido del barrio, Usina Cafetera.

Sus dueños son Emiliano Escudero e Ignacio Porto, ambos apasionados de lo que hacen y atentos a la buena gastronomía.

Estando ahí pude degustar un delicioso café orgánico de excepcional sabor y probar un fresco y riquísimo alfajor de masa sablé con un dulce de leche increíble. Una buena galleta debe de estar hecha de mucha manteca y amor, como es el caso de la de naranja y choco chips. No llegué a probar la que es mi torta favorita, la Carrot Cake, que lucía espectacular.

Lo que sí pude comprobar es que verdaderamente tienen el más groso Croque Monsieur que probase por estas latitudes.

El Croque Monsieur de Estela, la pastelera

María Estela Tapia es la Chef patissier de Usina Cafetera y, desde que abrió, es la jefa de producción de panadería, pastelería y responsable de toda delicia que veas ahí, detrás de una vitrina. Ella me contó que junto a su equipo, del cual se muestra orgullosa, están abocados a una constante búsqueda y perfeccionamiento de los procesos productivos y procedimientos de preparación. Para lograr tan descollantes Croque Monsieur y Croque Madame, nos contó parte (puede que no todos) de los secretos de su elaboración.

El Pan de Viena lo elaboran con una masa madre de 5 años de edad y la excepcional harina de Molino Campodónico. Amasa que te amasa, hasta obtener una masa tierna y bien esponjosa con ciertos ingredientes que utiliza para aportar humedad natural. Me solicita destacar que no utiliza conservantes ni aditivos químicos.

Algo esencial para armar el sándwich es untarlo generosamente en manteca, cosa que ella resalta.

El jamón cocido, también mencionado como York, sabía fenomenal y me comentó que es de una marca líder, Campo Austral.

La Chef utiliza como queso el Dambo de La Paulina, que es súper cremoso. Su Salsa Bechamel consta de un roux de manteca y harina de larga cocción al horno a muy baja temperatura, obteniendo así una textura por demás untuosa, donde curiosamente la harina resulta imperceptible.

Para el Croque Madame, cuya diferencia es que lleva un huevo, utiliza huevos de campo orgánicos y la cocción es realizada en molde.

Y de este modo amigos, podemos decir que estaríamos ante el… ¡Sándwich Perfecto!

En Usina Cafetera, encontré creatividad, ganas de brindar calidad, de hacer bien las cosas y avanzar. Hacer de la sencillez de un sándwich un momento memorable es estar dando siempre un paso más allá, ir para adelante.

¡Salud amigos! Hoy más que nunca.

La Usina Cafetera:

Villa Urquiza: Av. Triunvirato 4307, CABA

Recoleta: Antonio Beruti 2751, CABA

San Isidro: Chacabuco 370

Instagram: @usinacafetera

Facebook: @UsinaCafetera