Este 11 de junio se celebra en todo el mundo el Día Internacional del Vino Rosado. Un vino que es cada vez más consumido y que se puede producir con distintos tipos de uva. Entre otras cosas se destaca porque se puede elaborar con diferentes tiempos de maceración, en distintas regiones y en varios tipos de terroirs.
Desde Agrelo, en Luján de Cuyo, Mendoza, Monte Quieto Bodega de Familia, es precursora en la plantación y elaboración del Cabernet Franc y para celebrar a los rosados nos presenta a su Quieto Rosé Cabernet Franc.
Un vino suave y elegante
El Quieto Rosé es un Cabernet Franc elaborado con uvas de dos increíbles terroirs: de la Finca Odisea, en Agrelo y de la Finca Los Hermanos, en Ugarteche, ambas ubicadas en Luján de Cuyo.
Este varietal está realizado con un proceso de vinificación muy cuidadoso. Como todos los vinos de bodega Monte Quieto, las uvas fueron seleccionadas celosamente y con máximos niveles de exigencia.
El Quieto Rosé fue fermentado durante 20 días con levaduras indígenas en tanque de acero inoxidable.
Es un vino de color rosado pálido. Con aromas florales y de frutos ácidos como la ciruela y la cereza.
Tiene buena estructura, es suave y elegante con un final levemente dulce.
Se recomienda beberlo entre 5 y 8°. Y es ideal para acompañar con quesos frescos y un rico plato de pesca o un risotto.
Precio sugerido $17.500
“Este vino de color tan tenue es resultado de una cosecha muy anticipada de dos parcelas de Cabernet Franc en Agrelo y Ugarteche. Luego de una prensa muy suave obtenemos un mosto que fermenta con levaduras indígenas a muy baja temperatura durante unos 20 días, generando aromas tan sutiles a fruta roja y flores. La boca se caracteriza por su elegancia y fineza, con acidez equilibrada y cuerpo medio-bajo que lo hace perfecto para acompañar comidas de mar y quesos semi blandos”, nos cuenta Leonardo Quercetti, enólogo de Monte Quieto.