El último jueves de mayo de cada año se celebra el Día del Chardonnay en Argentina. Esta cepa se caracteriza por su versatilidad y rasgos aromáticos frescos, lo que la convierte en una de las más emblemáticas dentro de los vinos blancos de alta gama.

Santiago Mayorga, enólogo de Nieto Senetiner y Cadus, expresó que “el Chardonnay, junto a otros blancos como el Sauvignon Blanc, el Semillón, el Riesling y  el Viognier, están pasando por un momento de auge, mostrando la autenticidad y el carácter de Argentina”.

“Hay un auge de mayor consumo de vinos blancos y espumantes, lo que ayuda a la difusión: los consumidores se especializan y tienen mucha curiosidad”, agregó.

Jimena Castañeda, ingeniera agrónoma de Molinos Fincas & Bodegas expresó que “el Chardonnay es la variedad blanca más conocida en el mundo. Con una evolución en cuanto a estilos y consumo en los últimos cinco años, hoy es elegida por los consumidores que buscan vinos más frescos, con buena acidez, elegantes, sin tanta madera o estructura que invada la fruta natural de esta cepa”.

“Mendoza concentra el 83 % de la superficie plantada en la Argentina de esta variedad, seguida por San Juan y Neuquén. En Mendoza, la mayor superficie de Chardonnay se encuentra en los departamentos de Tupungato (24,6%), Luján de Cuyo (11,8%), Tunuyán (11,4 %) y Maipú (9,6%). Se van explorando zonas cada vez más altas, como la Carrera en Tupungato o la zona alta de Tunuyán, para conservar la delicadeza de los aromas de esta variedad” explica.

“En cuanto a zonas, han entrado en producción zonas altas, con muy buenas pendientes, con suelos con calcáreos y distintas granulometrías, esto permite obtener vinos muy diferentes” explica Santiago Mayorga.

“Estamos trabajando con prensados de racimos enteros, moliendas reductivas y oxidativas, fermentación en distintos recipientes como tanques, huevos de concreto, barricas de diferentes tamaños, entre otros, que le dan complejidad y elegancia” agregó.

“El Chardonnay es una variedad muy plástica y en la Argentina se elabora en muchas zonas, desde Buenos Aires, cerca del mar, como en toda la región cordillerana, principalmente en Mendoza y San Juan, pero también en la Patagonia, logrando excelentes exponentes de esta emblemática cepa. Creo que ya estamos en muy buen camino para realzar esta variedad en lo más alto del podio mundial y competir con otros Chardonnay del mundo”, manifestó Castañeda.

Los elegidos de Santiago Mayorga para el Día del Chardonnay son: 

Don Nicanor Chardonnay 2022: Vino de color amarillo claro con destellos verdosos. En nariz, expresa elegantes aromas a flores blancas, cítricos y frutas tropicales como el durazno blanco. Gracias a su paso por madera, aparecen algunas notas a flor de vainilla y algo de frutos secos. En boca es amable, fresco y untuoso, con una acidez crocante.

Precio sugerido: $4.200

Cadus Appellation Tunuyán Chardonnay 2021:  Vino de atractivo color amarillo verdoso con tintes acerados. Aromáticamente, se destacan flores blancas como la acacia y flor de azahar, y cierta nota cítrica. En boca tiene muy buen volumen y cremosidad, que se combinan con una textura vibrante y jugosa.

Precio sugerido: $ 8.500

UN MARIDAJE PERFECTO 

Sebastián Weigandt, chef de Nieto Senetiner, nos invita a maridarlos junto a los siguientes platos:

Zapallitos asados de estación, crema de remolacha, praliné de castañas de cajú y muzzarella.
Ensalada con base de quinoa, mousse de palta, frutilla fresca, dressing de naranja, langostinos salteados.
Salmón grillado con crema de ají amarillo, manteca crocante de nueces.
El Chardonnay es ideal para acompañar también platos elaborados con pescados, mariscos y carnes blancas; comidas como sushi, salmón ahumado y ensaladas verdes combinan de manera muy amena con el vino en boca. Además, por el equilibrio en su acidez, es ideal para acompañar comidas agridulces, como cerdo con salsa teriyaki y platos con preparaciones a base de crema, como fetuccini con salsa caruso.

NIETO SENETINER ES HISTORIA EN MOVIMIENTO

Hace más de 130 años que estamos escribiendo nuestra historia. En todo este tiempo, ninguna vendimia fue igual a la anterior. Así como la naturaleza, nosotros tampoco nos quedamos quietos. 

Nos movemos para estar siempre en un nuevo lugar, evolucionando y superándonos como símbolo del vino argentino.

Hoy, damos comienzo a una nueva etapa de nuestra historia, con la certeza de que la única manera de seguir escribiéndola es en movimiento.