En 2016 se cumplieron 150 desde que Jack Daniel fundó en Lynchburg la destilería que hasta el día de hoy lleva su nombre, cerca de una vertiente de agua fresca y limpia, condiciones ideales para la preparación de su bebida estilo Tennessee.
A poco de comprar las tierras circundantes a la vertiente, Jack Daniel convirtió al poblado de Lynchburg en una zona muy famosa en el mundo por su marca.
A pesar de todo lo que ha sucedido en el mundo desde entonces y de los desarrollos tecnológicos a nivel global, todos los destiladores que pasaron por Jack Daniel’s, incluyendo al mismo Jack, trabajaron bajo la misma premisa.
Todas las botellas de whiskey de esta etiqueta que se venden en el mundo provienen del agua de la vertiente de Lynchburg. Como dicen desde la marca, “el Old No. 7 no sólo está hecho en Lynchburg, está hecho de Lynchburg”.