La Champagne Krieg, una guerra que no fue
Un joven Hitler y una idea "revolucionaria" para vencer al enemigo.
Leer másEl año pasado se cumplieron 500 años desde el fallecimiento del genio italiano Leonardo da Vinci (2 de mayo de 1519, a los 67 años) y los medios se llenaron de cientos de homenajes, reseñas e historias sobre él.
Entre los datos no tan conocidos que han ido surgiendo a través de las décadas y siglos de investigación, se supo que da Vinci no sólo era amante del vino -- en varios de sus escritos se da a entender que esa bebida lo inspiraba -- sino que además también tenía su propio viñedo.
Mientras vivía en Milán, el duque de la ciudad Ludovico Sforza le pidió la confección de una obra que terminaría convirtiéndose en una de las más famosas de su vida: La Última Cena. Tanto le encantó el resultado del trabajo a Sforza que, además de pagarle, le regaló un campo de vides de alrededor de 10.000 metros cuadrados en las cercanías de la Casa Atellani, un antiguo palacio del siglo XV. Y así fue cómo, alrededor del año 1498, da Vinci comenzó su relación con las uvas.
Pero la historia duró poco antes de su primer cimbronazo: en 1500, una invasión francesa obligó al artista a abandonar la ciudad y por ende sus tierras. Sin embargo, su talento le daría una nueva alegría: el rey francés Luis XII era un fanático de su obra y le pidió que regrese a su hogar para terminar sus proyectos. De esa forma, Leonardo pudo seguir trabajando con su viñedo hasta su muerte.
Tan importante fue para él el trabajo vitivinícola, que en su testamento incluyó el viñedo: le dejó una parte a su sirviente y otra a su ayudante Gian Giacomo Caprotti da Oreno.
Luego de 1519, las guerras fueron deteriorando el sitio hasta dejarlo prácticamente en ruinas. Pero en 2015 (sí, casi medio milenio después), el enólogo Luca Maroni y un grupo de genetistas de la Universidad de Milán comenzaron a trabajar para revitalizar aquellas vides y lograron determinar las especies que se sembraban allí. Los resultados positivos de esta investigación resultaron en la apertura del Museo Casa degli Atellani y la Vigna di Leonardo, un lugar que puede visitarse a precios bastante accesibles.
En 2018 se realizó la primera cosecha en el viñedo que fuera propiedad de da Vinci y se espera una segunda a comienzos de este año.
Fuente: Cocina y Vino