Por Fabián Couto

Auspicia esta nota: ALAMOS

Hace más de 10 años, Pablo Fazio comenzó a soñar con tener su propia marca de cerveza artesanal. Sus dotes empresariales llevaron a su marca Otro Mundo a estar entre las dos marcas de cerveza artesanal más conocidas, consumidas y de mayor volumen de ventas en ese nicho.

Emprendedor, inteligente, con un pasado en la gestión pública y licenciado en ciencias políticas, Fazio es un empresario que supo consolidar su marca en el mercado, llegando a embotellar un descomunal número de botellas para una marca de cerveza artesanal.

Hoy, en plena pandemia, es preciso escuchar a empresarios lúcidos y claros en sus conceptos como Pablo para saber el estado a futuro de un rubro tan golpeado como el gastronómico.

Por eso, amigos, les recomiendo leer los conceptos claramente vertidos por Pablo Fazio durante esta entrevista que sostuvimos.

Pablo, ¿nos contás de manera entendible y precisa cuál es la realidad actual del sector cervecero artesanal después de una curva de crecimiento como la que supo tener hasta los días del coronavirus y la cuarentena? 

Voy a tratar de describirte de manera precisa y lo más brevemente posible la situación por la cual atraviesa el sector de la cerveza artesanal, debido al drama de esta pandemia que atravesamos mundialmente.

Hoy estamos ante una situación de gran emergencia, mucha preocupación y una enorme incertidumbre respecto de lo que va a pasar. La cerveza artesanal siempre fue una actividad profundamente ligada a la gastronomía que, con el inicio de la cuarentena y el cierre al público de los bares, restoranes y hoteles, que son el corazón de nuestro consumo, empezó a sufrir un tremendo desmoronamiento de la actividad.

Como cerveceros agrupados, ¿qué medidas decidieron tomar?

A través de la Cámara de Cerveceros Artesanales de Argentina, decidimos hacer una encuesta formal, entre todos nuestros asociados. Hace más de 15 años que yo soy parte activa de la Cámara y mantengo una fluida relación con la mayoría de nuestros colegas.

Respecto al relevamiento que hicimos, te diría que las conclusiones, sinceramente, han resultado ser muy alarmantes. Para darles a los lectores una idea, desde el inicio de la cuarentena, el sector ha visto mermados sus ingresos en un ¡90 %!

Esto se explica porque el 80% de los productores de cerveza artesanal en Argentina venden el 90% de su producción en el canal gastronómico. Tengo muy presente antes de esta pandemia el florecimiento de locales de hamburguesas y cerveza, choperías y demás.

Esta situación ha llevado al quiebre total de la cadena de pagos. Al estar cerrados los bares y birrerías, no hay facturación, no se puede vender nuestro producto y apenas con suerte se juntan las monedas para pagar salarios. Ante la situación, se prioriza la relación con los locatarios por los alquileres. Seamos sinceros, el pago de los proveedores quedará para último momento, a los premios…

Contame algo más acerca de la encuesta que realizaron.

Bueno, volviendo al relevamiento, te cuento que el 60% de los consultados ya recibieron la notificación de muchos de sus clientes de que no tienen pensado volver a abrir las puertas de sus locales y de que van camino a un cese total de la actividad. Esto es una gran preocupación, porque el sector emplea a más de 6.500 personas en forma directa y a más de 20.000 en forma indirecta, a través de toda nuestra cadena de valor que está haciendo equilibrio financiero, pendiendo de un hilo, para poder sostener todos esos puestos de trabajo.

¿Cómo podemos hoy imaginar la vuelta a la actividad?

Imaginate vos que, para colmo de males, no es que veníamos de “Disney”. Veníamos de dos años durísimos, con altísima inflación, una presión enorme sobre los costos, devaluación, con insumos dolarizados y la imposibilidad de trasladar al precio de nuestros productos toda esa presión inflacionaria por la caída estrepitosa del consumo que vivió la economía argentina en los últimos años. A todo lo que te acabo de decir, sumale esta pandemia y esta cuarentena, y es como un demoledor golpe de knockout para las Pymes.

¿Se puede atisbar una dosis de optimismo, por más pequeña que sea, para cuando esto pase?

Ojalá pudiese, pero yo sinceramente tengo mis dudas… ¿Cuál podría ser el mundo que nos espera después de que se dé la apertura de los bares? Tengo muchos interrogantes…

¿No va a quedar ningún trauma social? ¿Vamos a sociabilizar como antes solíamos hacerlo? ¿Vamos a ir a tomar una birra a un boliche atestado de gente y ponernos a charlar abiertamente con cualquier desconocido que tengamos al lado? Es muy triste, es angustiante pensarlo, pero todo parece indicar que vamos a un mundo muy distinto al que vos y yo conocimos años atrás.

Atención: vale aclarar que esto no es sólo algo nuestro, el mundo está atravesado por la misma realidad.

Para ir terminando Pablo, ¿hay algo que quieras decirnos o dejar en claro?

Con tu permiso, Fabián, quisiera hacer dos reflexiones finales o, mejor dicho, dos llamados de atención, dos convocatorias.

Primero, increpo a los supermercados a que revean el trato al relacionarse con sus proveedores, con las pymes de bebidas y alimentos. Convoco a los supermercados a que, en el marco de la emergencia, muestren un mínimo atisbo de solidaridad y se revisen las condiciones de pago. No puede ser, es inconcebible, que nos sigan pagando a 120 días, cobrándonos retornos por exhibición. Ponen a cualquier pequeño productor que precisa de la distribución en supermercados al límite extremo de la rentabilidad.

Mi segunda convocatoria atañe al sistema financiero, a los bancos. Vuelvo a lo mismo: en el medio de una emergencia salvaje es inaudito que, pese a los reiterados pedidos que hubo del Poder Ejecutivo Nacional para que el sector financiero se solidarice con los pequeños sectores productivos para que puedan sostenerse y asegurar los puestos de trabajo, los bancos no hagan más que seguir portándose como lo han hecho siempre, de manera vil, prestándole plata a empresas que demuestran no necesitarla. Realmente, hoy por hoy, tiene que haber un replanteo de lo que son los bancos. Yo me pregunto hoy: ¿cuál es la función social de los bancos? Sinceramente es inentendible la falta de reacción de los señores bancarios ante una crisis de un dramatismo descomunal nunca vista. ¿Realmente pueden hacerse tanto los distraídos, por no decir otra cosa, ante la situación que atraviesa el pueblo?

Me indigna y no hablo sólo por mí. Yo soy el vocero de muchas angustias, algunas propias y una gran mayoría ajenas.

Y más allá de que salgamos de esta y de que cuando esto acabe todos podamos volver a nuestras vidas normales -- o al menos a lo más parecido posible a nuestra vida anterior --, el Sistema Productivo, las pequeñas y medianas empresas, van a estar llegando al final de esta pesadilla, al límite de sus fuerzas, exhaustas, casi sin recursos.

Volver a poner en funcionamiento el sistema productivo va a requerir de mucho acompañamiento y solidaridad y ahí deberían asumir un compromiso los bancos y el Estado, si no va a ser imposible.

Por último, un deseo. Brindo por que pronto podamos estar todos los argentinos reunidos alrededor de una mesa, festejando estar vivos y reencontrándonos con nuestros afectos.

Gracias Pablo, por tus palabras y brindo también por eso.

Hoy más nunca, ¡Salud!