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La ciudad catalana cuenta con un oasis de cacao llamado Casa Cacao, un hotel gourmet propiedad de los cuñados Jordi Roca y Anna Payet donde todo, de una u otra forma, tiene que ver con el ingrediente americano.
El edificio está ubicado en Plaça de Catalunya 23 y supo ser un hospital, una papelera y la sede de una aseguradora antes de convertirse en este peculiar hotel. Los socios primero pensaron en hacer un obrador de chocolate para que el público pueda presenciar el proceso de elaboración de un chocolate envasado desde el haba de cacao; luego surgió la idea de complementar eso con un hotel.
Así, al visitar Casa Cacao uno se encuentra con un excelente restaurante y en la misma planta baja está el sitio destacado: un obrador para presenciar los procesos de tueste, molienda y elaboración del cacao, hasta llegar a “conocer” las tabletas y los bombones.
En la visita también podés disfrutar de los grifos de chocolate: al mejor estilo de las canillas cerveceras, la pasta de cacao va cayendo por una trituradora como una crema. Por supuesto que la fluidez no es la misma, pero han logrado sortear ese obstáculo de manera impecable.
A Roca y Payet los acompaña Demian Allsop, un experto pastelero inglés que asegura que en el tueste está la clave del resultado final.
Si te quedás a pasar la noche en el hotel, estos son algunos tips interesante:
-El desayuno se sirve en la azotea, donde podés disfrutar de una magnífica vista de la ciudad.
-No hay horario para el desayuno. “¿Por qué vamos a obligar a nuestros huéspedes a madrugar si vienen a ser felices, a relajarse y disfrutar?”, aseguran desde Casa Cacao.
-En el desayuno podés pedir lo que quieras, a la carta, sin buffet.
-Por la noche, en ese mismo lugar, hay tapas, quesos, embutidos y vinos.
-El hotel es libre de plástico: los cepillos de dientes y peines son de madera, los jabones se reciclan y los productos de limpieza son ecológicos.
El precio estimado de las habitaciones va de los 250 a los 300 euros (desayuno incluido).
Información y foto de Gastroactitud