Hoy se celebra el Día Mundial del Malbec, la cepa que representa a Argentina. Aún sin ser originaria de nuestro país se supo ganar el primer lugar entre los vinos argentinos.

Cuando en el exterior se dice Argentina muchas palabras se le asocian: Tango, Maradona, Messi, asado…y Malbec. Y aunque esta cepa nos representa en todo el mundo hay una realidad: la variedad no se originó en nuestro país, sino que viene de cuna francesa.

El Malbec nació en Cahors, al Sudoeste de Francia, y llegó a la Argentina con los inmigrantes europeos, a mediados del siglo XIX. Desde ese momento hubo una total adaptación de esta cepa a nuestra tierra, encontrando en cada región su expresión singular.

Es en 1853 que el Ingeniero Agrónomo francés Michel Aimé Pouget , contratado por Domingo Faustino Sarmiento para coordinar la dirección de la Quinta Agronómica de Mendoza, trae al Malbec desde Chile, con el objetivo de mejorar la industria vitivinícola nacional. Es en Mendoza que el Malbec encuentra su lugar en el mundo, y luego fue extendiéndose su cultivo hacia las distintas regiones de Argentina, y tomando diferentes características distintivas.

El 17 de abril de 1853, Pedro Pascual Segura presentó un proyecto para armar una Quinta Normal y una Escuela de Agricultura, ante la Legislatura Provincial. Es por eso que el 17 de abril fue elegido como el día mundial del Malbec, y se celebra con gran entusiasmo en diferentes ciudades del mundo.

En 2020 el panorama mundial es completamente diferente al de otros años. Con el aislamiento social obligatorio la celebración del Malbec quedó para el ámbito privado de nuestras casas.

Vale la pena hoy seguir nuestra tradición, descorchar un buen Malbec, servirnos una copa y brindar como lo hacemos siempre, con una nueva esperanza puesta en la palabra Salud!