Una cara diferente de la cocina del Celler de Can Roca es la que proponen los hermanos Roca en Normal, su nuevo restaurante. Cocina directa, espontánea, inmediata que se traduce en platos sabrosos, comprensibles, confortables.

Una cocina que recuerda de dónde venimos y se refuerza con gestos intuitivos y técnicas antiguas: fuego vivo, grandes marmitas, guisos de cocción lenta. Una cocina de tajada, de trozo, de jugo, rica y plena. Una apuesta para proteger y revalorizar el patrimonio gastronómico y compartirlo en la mesa.

Es a la vez un reto mantener la llama de la normalidad, de la cadencia reposada, del valor del tiempo en la cocina, de gustos muy nuestros. Cocinar con gesto antiguo, sin renunciar a la minuciosidad que promueve la academia ni al conocimiento que hemos mamado. Dentro de la historia de la cocina tradicional de los últimos 35 años en nuestro territorio, queremos sentirnos coetáneos, con una cocina cordial, con cuerpo y contemporánea.

Normal se viste de pausa, gozo, suculencia para compartir el legado de tres generaciones con un equipo maravilloso y con los clientes. Defiende una cocina que es tierra, madre, hembra, testimonio generacional desde la abuela Angeleta hasta la madre de los hermanos Roca Montserrat Fontané  sin olvidar  las nuevas generaciones representadas por la  jefa de cocina Elisabet Nolla. 

Los hermanos Roca emprenden una nueva etapa con este  restaurante,  en un momento trascendente para la sociedad. Después de los pliegues de crisis sanitaria, social, existencial, y de valores, esta es una manera de reconfortar el alma y reencontrar la felicidad.

La cocina es un catalizador de emociones, una fiesta sabrosa que crea vínculos perdurables. 

Vino Normal

La carta de vinos de Normal quiere abrazar la cultura payesa y el vino de pueblo. Ofrecer desde Gerona una imponente presencia de vinos del Ampurdán. Nunca tan buenos como ahora. Todos los pueblos y todas las bodegas de esta área estarán representados.

A la vez me mueve la vocación viajera de Josep Roca a través de un vaso de vino y hasta el fondo de los libros. En la carta de vinos de Normal, hay un extracto del Terç de Lo Crestià de Francesc Eiximenis, del s.XIV, un documento medieval que ya reivindicaba el monestrell de l’Empordà  y los vinos de Beaune (Borgoña). 

Si el Amourdán es protagonista, aquí también lo será el pueblo de Beaune, capital social, vínica y lúdica de la Borgoña. El pueblo de Beaune es un ejemplo de  la complejidad de los vinos dentro de un mismo municipio. Beaune permite mostrar las dos realidades de aquella alabada tierra, los grandes négociants y los pequeños productores. 

Pondremos la lupa sobre pueblos escogidos a golpe de corazón: Porrera (Priorat), Sanlúcar de Barrameda, San Vicente de la Sonsierra ( La Rioja Alavesa), Gumiel del Mercado ( Ribera de Duero), Mâcon ( Borgonya), Anjou (Loire), Forst (Pfalz), Rotalier (Jura), Sant Sadurní d’Anoia (Penedès) y Troyes (Champagne). 

El interiorismo NORMAL

En el restaurante Normal los materiales son los que ves, se pueden intuir los procesos de fabricación artesanal, la imperfección es belleza, hasta se puede intuir la huella humana. 

El restaurante es obra del interiorismo de Andreu Carulla y su equipo. Un tratamiento elegante de los materiales, revalorizando los oficios y la artesanía perdurable. El material es utilizado como juego de las bellezas imperfectas, llenas de sentido de la calidez. El eje creativo es la sostenibilidad y el valor de la innovación en los materiales usados. La serenidad confortable y la discreción de las formas orgánicas. Unos materiales normales en un mundo acelerado, industrializado. Líneas limpias, acompañamiento acogedor e ingenio artesanal.

El proyecto de Carulla nace también de una voluntad de atemporalidad, no sometida a ninguna tendencia para nunca pasar de moda.

No pretende destacar ni estar por encima de la normalidad, más bien al contrario, la normalidad se convierte aquí en la nueva mirada. El diseñador ha interpretado esta normalidad en “una silla cómoda y adecuada a su uso, una luz confortable e íntima, unos platos hechos a mano con terracota de km 0…”.

“Hemos llenado el local de piezas hechas a medida”, explica Carulla, para quién fue más idóneo diseñar desde cero los elementos del mobiliario que encontrar piezas que se adaptasen y aportasen todos los valores de la conceptualización de los hermanos Roca. Así, de manera natural y normal, surgió una rica colaboración entre Andreu Carulla Studio y los diferentes artesanos locales que han participado tanto en el diseño de sillas, como en el de los tableros, o las baldosas.

En este último caso, el estudio de Andreu Carulla creó, expresamente para el proyecto, un molde que permite hacer baldosas con estantería integrada y que además permite iluminar.

Proyecto Roca Recicla

La eliminación de los grifos de los baños transformados en fuentes que manan de la pared, la señalización integrada en el suelo de cal y el vidrio reciclado del proyecto Roca Recicla, utilizado en las superficies de las barras, son otros ejemplos del diseño al servicio de la sostenibilidad y del residuo cero, cuya implementación ha sido posible gracias a la colaboración e implicación de diferentes artesanos locales.