Pagar 480.000 euros por una botella de vino -- aunque sea el mejor del mundo -- es una verdadera exageración. Pero no un imposible: en el mundo de las subastas esa palabra no existe y ese fue el precio final de un Romanee Conti de 1945 durante una puja realizada en 2018.
Sotheby's, la casa de subastas más importante del mundo, se metió hace algunos años en el mundo de las etiquetas de altísima gama para vender vinos al mejor postor. ¿El resultado? En una sola puja, realizada en julio de 2019, se vendieron botellas por un total de 2,2 millones de euros.
Actualmente, la casa tiene como estrella un Grand Cru Domaine de la añada de 2005 de la Romanee-Conti. Su precio está en los 24.500 euros. El Grand Cru de 2009 se vende por 20.874 euros.
Entre otros casos de precios excéntricos, hay un Château Le Pin 2005 en 4.530 euros la botella (se elaboran muy pocas botellas ya que las uvas se cosechan en un terreno de apenas dos hectáreas). También hay un Petrus, de la zona de Pomerol, cuya añada de 1998 está a la venta por 3.900 euros (uno de los secretos de su costo es que queda una sola botella disponible). Y a no asustarse: saliendo de Sotheby's, hay que pagar 4.895 euros para obtenerlo.
Otro mercado “no tradicional” en alza
El mercado estadounidense, en cualquiera de sus aristas, suele marcar el ritmo mundial. Y los vinos no son una excepción.
En ese contexto, otra de las formas de venta que viene creciendo es el eCommerce. En 2018 esta modalidad registró un crecimiento de más del 8% interanual (la venta online creció un 63% en 2019).
Las bodegas francesas, ubicadas en los primeros puestos del ranking mundial, ya venden por 1,4 millones de euros a mayoristas vía Web. Esto significa que casi el 10% de su producción se vende por este canal.