Aunque fue popularizado por el personaje de James Bond en las películas, el Martini tiene su origen mucho antes.
La historia del nacimiento del Martini tiene varias versiones. Lo único certero es su primera aparición formal en un libro de cocteles, escrito por Jerry Thomas en 1862, llamado How to Mix Drinks. Más allá de ello se dice que el cocktail fue creado por un bartender, de apellido Martinez (de allí saldría su nombre), o en la ciudad de Martinez, California, o en el gran bar del Hotel Savoy e incluso en Nueva York.
¿Por qué se ha convertido en uno de los cocktails clásicos en las barras? Se trata de una combinación simple, que a la vez es muy atractiva: gin, vermouth seco, muy bien enfriado y servido en copa de cóctel (conocida como copa Martini por la misma razón), adornado con una aceituna verde o cáscara de limón.
Al preparar el Martini se aconseja enfriar bien la copa, y también enfriar la mezcla de gin y vermouth en una coctelera o jarra, mezclándolo suavemente (nunca batirlo en coctelera, ya que dicen que le cambia el sabor). Así es como lo inmortalizó el agente 007: agitado, no revuelto.
No hay una razón para que hoy, 19 de junio, se celebre su día, pero un gran cocktail merece tener su efeméride. Grandes personalidades como Humphrey Bogart, Ernest Hemingway, Francis Scott Key Fitzgerald e incluso Ian Fleming, quien dio vida a James Bond en 12 novelas, hicieron del Martini un culto al buen beber.
Ph: Steve Smith