Entre quienes ocupan el mero puesto de consumidores (por ejemplo, en una bodega o restaurante), la figura del sommelier suele levantar alguna sospecha basada indudablemente en el miedo a que nos recomiende el vino más caro de la carta.
Sin embargo, aquellos que son realmente profesionales saben que su labor se circunscribe a promover la cultura del vino y realmente ofrecer productos de calidad para cada persona.
En base a esto, el sitio Gastroactitud detalló las 10 características básicas de un buen sommelier:
1- Humildad
De ninguna manera, por más currículum y premios que posea, el sommelier puede ponerse por encima del comensal. El “manual” dice que si el cliente no cree que el vino esté en buenas condiciones, por más que el sommlier sepa que no es así, la botella se retira. La opinión del cliente es sagrada.
2- Amabilidad
Tiene que tener una combinación de amabilidad con discreción, es decir, mostrarse simpático sin ser excesivamente amigable. Se recomienda no interrumpir conversaciones y tener el tacto suficiente para no romper la intimidad de los comensales.
3- Gestualidad
Si bien hay ciertos gestos que deben hacerse, nuevamente tiene que haber un control, ya que la exageración puede interpretarse como sobreactuación (descorchar el vino, decantarlo, catarlo, agitar la copa, servirlo, etc.).
4- Ritmo y sincronía
Este tip es para “atacar” a la parsimonia. La demora en la llegada de la botella a la mesa, en el descorche o en la explicación puede volver tortuosa para los clientes. Es fundamental que, si hay comida de por medio, la tarea del sommelier vaya sincronizada con la del chef.
5- Cultura en general
Si bien es básico que sepa de tipologías vinícolas, regiones productoras, variedades de uva, armonías, temperaturas y demás, la cultura general también debe estar presente. Esto, para evitar lenguaje burdo, poco conocimiento de otros idiomas y faltas técnicas en geografía e historia.
6- Psicología y sensibilidad
Hay que tratar de afilar el don de interpretar los deseos, el gusto y hasta el presupuesto del cliente. A sabiendas de esa información, es posible descubrirle vinos que nunca pensaba probar. Aquí es donde más cuidado hay que tener con todo tipo de comentarios.
7- Audacia
También hay que saber combinar la audacia (proponer un vino exótico) con el conservadurismo (mantenerse en el molde cuando el cliente no se note interesado en cosas nuevas).
8- Vino + Cocina
Para poder realizar bien su trabajo, el sommelier debe saber lo que pasa en la cocina, las especialidades del chef, los atributos de los mozos, etc.
9- Complicidad
Si bien no es algo fundamental, ayuda a la relación con el comensal el hecho de recomendar un plato o porción o un postre según lo que haya comido como plato principal.
10- Dignidad
Las penalidades y excusas sobre la falta de medios, los problemas en las estrategias comerciales, las condiciones laborales injustas y demás ítems negativos no deben formar parte del trabajo del sommelier. Al restaurante se va a disfrutar.
Con información y foto de Gastroactitud