“La próxima guerra mundial va a ser por el agua” suele escucharse a veces en algunas charlas informales (o no tanto). La frase tiene que ver con un problema que ya alcanza un nivel mundial y que apunta a la escasez del recurso fundamental para la vida en nuestro planeta.
Aproximadamente el 97% del agua de la Tierra se encuentra en forma de mares y sólo el restante 3% en forma de aguas superficiales, subterráneas y glaciares, que son las que podemos utilizar para consumir y utilizar para tareas diarias. Es por eso que muchas empresas que trabajan en sustentabilidad están comenzando a analizar procesos para potabilizar el agua de mar y convertirla en consumible.
Es en este contexto que Leo Ferrari y Pablo Rodríguez, dos de los fundadores de cerveza Antares, y Alejandro Sturniolo de Fluence Argentina, que es una empresa líder en el mercado latinoamericano de soluciones en el tratamiento, recuperación y reúso de aguas y efluentes, comenzaron a pensar en un proyecto conjunto que apunte fundamentalmente a la concientización. Como resultado, se creó “Oceánica”, una nueva variedad de Antares elaborada a partir de agua de mar.
La meta de la creación de esta cerveza (que se presentará el 20 de marzo en el Seminario Anual de la Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso de Agua y que a partir del 22 de marzo -- Día Mundial del Agua -- estará disponible en todos los Antares del país) es dar a conocer, sobre todo a las futuras generaciones, la importancia de tener nuevas alternativas sustentables y de proteger las actuales.
El agua utilizada para Oceánica sale de la costa marplatense para luego ser filtrada y tratada por ósmosis inversa dos veces. El resultado fundamental de este proceso es quitarle la sal al agua y realizarle un minucioso control bacteriológico.
A pesar de estos procesos, el producto final no pierde calidad y evita que afecte el sabor. Se genera cerveza liviana, dorada y con alcohol moderado.
Es un primer paso de una marca novedosa que muchos tienen que empezar a seguir. Cada granito de arena suma.